[MÚSICA] [MÚSICA] Hola, soy Martin Jiménez Espinosa, subdirector de riesgos hidrometeorológicos del Centro Nacional de Prevención de Desastre. En este video veremos las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Como you hemos hablado en vídeos anteriores, el agua es el medio por el que se expresa los efectos del cambio climático. Fenómenos tales cómo las inundaciones, las sequías, incluso fenómenos geológicos cómo la inestabilidad de laderas, los flujos de lodo y de escombro, ponen de manifiesto las acciones y los efectos del cambio climático en nuestra sociedad. Si no identificamos estos fenómenos, tanto geográficamente como los efectos en la población, puede ser qué la vulnerabilidad de la sociedad aumente. Esto nos hace ser más susceptibles a ser dañados por los efectos extremos de la naturaleza; especialmente los hidrometeorológicos. Ante estos escenarios, es imperativo, entonces, tener un enfoque integrado del cambio climático y de la seguridad hídrica. Es por esto que debemos llevar a cabo las medidas de adaptación y mitigación al cambio climático. de esto te hablaré en este video. En la última década, más del noventa porciento de los desastres de origen natural, se originaron debido a inundaciones, sequías, ondas de calor y, principalmente, a los efectos del cambio climático y el calentamiento global. Los riesgos de cambio climático potencializan los efectos de los eventos hidrometeorológicos, a medida que aumenta la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. De acuerdo con el panel intergubernamental de cambio climático, se estima que por cada grado centígrado que aumenta la temperatura, un 7% de la población experimentará una disminución sobre su disponibilidad de agua en, al menos, 20%. Ello aumentará la competencia entre usuarios por un recurso, que you se considera escaso. Pero estos no son los únicos efectos, en el futuro se prevee que el cambio climático contribuya con el aumento de las frecuencias de las sequías meteorológicas, provocadas por las disminución de las lluvias y de las sequías agrícolas, como consecuencia de la falta de humedad en el suelo. También que altere la calidad del agua, por el aumento de las temperaturas. El incremento de las cargas de sedimentos, nutrientes y contaminantes, a consecuencia, de la mayor intensidad de las lluvias y la interrupción del funcionamiento de la infraestructura de tratamiento. Asimismo, incremente la variabilidad de las crecidas, aumentando el riesgo por inundación. De igual manera, aumente la exposición de las islas, las costas bajas y los deltas por la elevación del nivel del mar. y, finalmente, reduzca el espesor máximo de la nieve en los glaciares y favorezca a las crecidas por deshielo. Estos eventos tienen el potencial de producir grandes desastres, es por ello, que debemos implementar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático con el fin de reducir la vulnerabilidad, no solo de la población, si no también de nuestros ecosistemas; de esto te hablaré más adelante. Las medidas de mitigación van encaminadas a reducir la emisión de gases efectos invernadero a la atmósfera. En el caso del agua incluso su extracción, su tratamiento, su distribución y el consumo requieren de una gran cantidad de energía, por lo cual, también emite este tipo de gases. Las estrategias de mitigación en el sector hídrico se pueden clasificar en dos. Las basadas en la naturaleza y las impulsadas por la tecnología. Como viste anteriormente, las soluciones basadas en la naturaleza tienen un enorme potencial para reducir los impactos del cambio climático. La conservación y protección de los ecosistemas como humedales, manglares costeros, bosques y llanuras aluviales constituye una estrategia medular para la captura del carbono y otros gases de efecto invernadero. Por ejemplo, los humedales cubren solo el tres porciento de la superficie terrestre, pero almacenan el doble de carbono que todos los bosques del planeta. Por otra parte, las medidas de mitigación basadas en la tecnología aumentan la eficiencia energética y fomentan la producción de energías renovables. Algunos ejemplos son: la reducción de fugas y tomas clandestinas de agua, el empleo de tecnologías de bajo consumo hídrico y energético, la instalación de turbinas a lo largo de los sistemas de abastecimiento para generar energía hidroeléctrica. la generación de biogas, a partir, del tratamiento de aguas residuales entre muchas otras. Los efectos del cambio climático son you una realidad, no debemos dejar pasar más tiempo para llevar a cabo iniciativas y medidas de adaptación, que nos permitan reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y de la población, para poder lograr la resiliencia. La adaptación al cambio climático debe ser un proceso reiterativo de educación, que debe ser interdisciplinario, multidimensional y transversal. Además debe tomar en cuenta el conocimiento local y el papel de todo los actores interesados. Existe un amplio espectro de iniciativas para adaptarse al cambio climático, analicemos algunas de ellas. Consideramos que el cambio climático supone una mayor variabilidad e incertidumbre en el ciclo hidrológico a escala local y regional. La infraestructura hidráulica debe ser lo suficientemente robusta para soportar una serie de condiciones futuras, pero también flexible para modificarse y adaptarse a condiciones cambiantes. Los acuíferos son menos vulnerables que las aguas superficiales a los impactos directos del cambio climático, por ello, su gestión sostenible y la implementación de proyectos de recarga natural y artificial, son altamente deseables. La gestión integral de las aguas superficiales y las subterráneas permitirá la resiliencia ante las sequías y a la escasez del agua al aumentar la capacidad total de almacenamiento. La conservación, mantenimiento y recuperación de los humedales es indispensable para amortiguar las inundaciones y otros fenómenos hidrometeorológicos extremos, así como filtrar el agua, es decir, mejorar su calidad. Las políticas públicas orientadas a la gestión del riesgo en un marco de gobernanza participativa nos van a permitir reducir la exposición de la población a desastre de origen natural, llevando prácticas tales como la planificación urbana y los sistemas de alerta temprana. Es evidente que nos enfrentamos a una crisis climática que demanda soluciones a múltiples escalas. El sector hídrico no puede quedarse atras. Estos cambios deben llevarse acabo en el menor tiempo posible para disminuir los daños irreversibles de los eventos extremos. Te invito a reflexionar. ¿Qué puedes hacer en tu entorno para reducir las emisiones y aumentar la resiliencia de tu comunidad? [MÚSICA] [MÚSICA]