[MUSIC] La segunda competencia importante en estos primeros años de la vida tiene que ver con el reconocimiento y la valoración del sexo y del género. Nuevamente, te invito a responder las siguientes preguntas. [MUSIC] Tus respuestas a estas interrogantes revelan tus creencias, opiniones, expectativas y normas o estándares acerca del genéro. A este conjunto de creencias, opiniones, expectativas, normas o estándares, en este curso, las denominamos cogniciones de género. Desde la perspectiva psicológica, las cogniciones guían nuestro comportamiento. Efectivamente, tus cogniciones orientan la manera como llevas a cabo la educación de la sexualidad de niñas y niños. En ese orden de ideas, conviene que nos preguntemos ¿de qué manera lo que pensamos acerca del género, facilita que demos a niñas y niños las mismas oportunidades para el desarrollo de su sexualidad? Esta pregunta es muy importante, porque la capacidad para reconocer las características del sexo y del género comienza a muy temprana edad. Angela María Rojas, integrante de nuestro grupo de investigación, identificó una línea del tiempo sobre el desarrollo de las cogniciones del género, desde la infancia [MUSIC] Los resultados obtenidos por Angela indican que, a los 8 meses, las niñas y los niños son capaces de discriminar, apropiadamente, caras y voces de mujeres y hombres. Es decir, pueden distinguir que la voz aguda corresponde a una mujer, y la voz grave a la de un hombre. Entre los 9 y los 12 meses son capaces de asociar los rostros de mujeres y hombres con objetos. Por ejemplo, el rostro de las mujeres lo relacionan con una pañoleta o una bufanda. Mientras el rostro de un hombre la relacionan con la corbata o el corbatín. Angela también encontró que, al año de edad, niñas y niños pueden utilizar una gran cantidad de palabras para identificar el sexo de las personas. Aunque, a esa edad, aún no son capaces de autocategorizarse como mujeres u hombres. Por ejemplo, tanto niñas como niños pueden usar palabras como niño, niña, hombre, mujer, mamá, papá, aunque se equivoquen cuando hacen referencia a su propio sexo. Los datos también señalan que, a partir del segundo año de vida, es posible encontrar que niñas y niños tienden a reconocer fácilmente los juguetes que su cultura asocia con su propio sexo. Por ejemplo, es probable que las niñas recuerden más fácilmente las muñecas, mientras los niños recuerden más fácilmente los carros. A esa edad también se observa que la descripción que hacen niñas y niños de sí mismos contiene, casi exclusivamente, información sobre los estereotipos de género que prevalecen en su entorno familiar. Por ejemplo, una niña puede describirse como soy una niña linda y juiciosa, mientras un niño puede describirse como soy un niño valiente y fuerte. De acuerdo con la evidencia disponible, la capacidad para autoclasificarse en función del sexo se observa alrededor de los 3 años de edad, cuando el niño es capaz de decir soy niño, y la niña es capaz de decir soy niña. A los 4 años, niñas y niños creen que el sexo de las personas puede cambiar si se violan las normas de género. De tal manera que si un niño se viste con una falda, lo clasificarán como niña. Posteriormente, a los cinco años, se observa que niñas y niños tienden a dar mucho peso al sexo de las personas para llegar a conclusiones sobre ellas. Por ejemplo, frente a una niña que expresa su gusto por los aviones y la tecnología, ambos sexos tienden a responder que a esa niña le deberían gustar las muñecas solamente, porque es una niña. Al finalizar este período, niñas y niños responden frente a la violación de las normas de género de otras personas con tres tipos de reacciones. Uno, corrigiendo el comportamiento que vaya acorde con la norma. Dos, ridiculizando el comportamiento. O tres, negando o cambiando la categoría sexual de la persona. Por ejemplo frente a un niño que juega con una muñeca, ambos sexos tienden a responder de alguna de las siguientes maneras. Quitándo la muñeca a Juan para entregársela a una niña, se ríen y dicen [LAUGH] Juan cogió la muñeca, o dicen Juan es una niña. A esta edad también eligen respuestas estereotipadas para las capacidades de las personas. Por ejemplo, tanto niñas como niños pueden decir que una niña sí puede ser escogida para jugar en un equipo de fútbol. Sin embargo, si se les da la oportunidad de escoger entre un niño y una niña, ambos sexos tienden a escoger al niño. [MUSIC] Estos resultados nos permiten reconocer que, si desde el nacimiento, el medium familiar en el que crecen niñas y niños ofrece oportunidades de juego, exploración y comunicación diferenciadas por sexo. Se están sentando las bases de los comportamientos inequitativos que manifiestan en el futuro, y que caracterizan a la mayoría de las sociedades que tú y yo conocemos en la actualidad. Por lo tanto, si queremos modificar esta tendencia, tenemos que comenzar a cambiar lo que estamos haciendo, dándoles a niñas y niños la oportunidad de vivir en un entorno en el que todas las personas, sin distinción por sexo, tenemos derecho a expresar nuestros intereses, gustos y opiniones. Concretamente, en el entorno familiar, las figuras parentales pueden contribuir al reconocimiento y la valoración del sexo y el género, a través de su comportamiento verbal y no verbal. Específicamente, la educación de la sexualidad que favorece la construcción de cogniciones de género más equitativas, es aquella en la que las figuras parentales ofrecen las mismas condiciones a niñas y niños. Algunos ejemplos de las cosas que hacen las personas que promueven la equidad son los siguientes. Elogian y alaban a niñas y niños por las mismas razones, es decir, sin establecer diferencias por sexo. Evitan mencionar cuáles son las características apropiadas para niñas y cuáles para niños. Asignan responsabilidades iguales a niñas y niños. Permiten que niñas y niños compartan los mismos objetos, juguetes y juegos. Evitan asignar privilegios y prohibiciones diferentes para niñas y niños. Analizan el material didáctico que usan en las actividades con niñas y niños, para asegurarse de que las ilustraciones y mensajes muestren que todas las personas, independientemente de su sexo, tienen los mismos derechos. La pregunta queda entonces es, ¿Qué es lo que tú puedes comenzar a hacer diferente, a partir de hoy, para promover la equidad entre niñas y niños? [MUSIC]