Soy Ferran Brunet y voy a presentaros el presupuesto de la Unión Europea. Se trata de un presupuesto anual en un contexto de planificación financiera de seis años. Se aprueba por el Consejo de la Unión con la participación del Parlamento y es preparado por la Comisión Europea. Se ejecuta durante el año y, al fin, pasa las cuentas al Tribunal de Cuentas que lo censura y ve si todo se ha hecho de un modo correcto. Vale decir que el presupuesto de la Unión Europea es muy pequeño, por tratados está limitado al 1,24 por ciento del Producto Interior Bruto, lo que significa que es hasta 50 veces menor que el presupuesto de cada uno de los Estados miembros en términos relativos. ¿Por qué? Porque las tareas que hace la Unión Europea no son de servicio a la gente como es en los Estados miembros, por ejemplo, que tienen la competencia de sanidad o de educación o de pensiones. La Unión Europea no tiene estas competencias que siguen siendo nacionales. Las competencias que tiene son, más bien, competencias de regulación, más dos aspectos. Un aspecto es la política regional, que absorbe un tercio de los recursos de la Unión Europea y el otro aspecto es la política agrícola, que absorbe otro tercio. En cuanto a los ingresos de este presupuesto chiquito de la Unión Europea, lo lógico es que los ingresos por derechos arancelarios, es decir, aquella tasa que se impone a los productos de importación sea un ingreso directo del presupuesto de la Unión. Lo que ocurre es que esta tasa es muy pequeña, es una media del cuatro por ciento del valor de las importaciones y, en consecuencia, se queda pequeña para financiar el conjunto del presupuesto de la Unión Europea, que son unos 160.000 millones de euros cada año. Consecuencia, a estos derechos arancelarios hay que añadir las contribuciones nacionales, que representan el 90 por ciento del presupuesto de ingresos. Las contribuciones nacionales las pagan los Estados en función de su riqueza, de su Producto Interior Bruto y de la cuota de industria en su economía. En cuanto a los gastos, ¿a qué se aplican estos ingresos por derechos arancelarios y por contribución nacional? Se aplican, como hemos señalado, a la política regional, un 34 por ciento; a la política agrícola, un 32 por ciento; al Fondo Social Europeo, un diez por ciento; a la cooperación al desarrollo con países terceros y a la administración, que supone solo un seis por ciento del total del presupuesto. En cuanto a la política regional, hay que decir que la Unión Europea lo que hace es cofinanciar inversiones de las regiones y de los ayuntamientos en las zonas más deprimidas de la Unión Europea para hacer que encuentren un sitio, un lugar en el mercado común. Hay que decir que el procedimiento presupuestario de la Unión Europea es muy original por este equilibrio que tiene entre la Comisión que prepara el proyecto de Presupuestos, el Consejo que lo aprueba y el Parlamento que está asociado a esta aprobación y discusión. Es un marco financiero que se llama de seis años, por lo tanto, ahora estamos en el marco financiero 2014-2020 y se está discutiendo precisamente en este momento, el marco financiero 2021-2027. ¿Por qué es interesante este marco financiero? Porque, a diferencia de lo que ocurre en los Estados, aquí el presupuesto de cada año de la Unión Europea está en un contexto más global, lo cual permite hacer mejor las cosas y, en especial, las inversiones en las regiones. Además, tiene otra ventaja este marco financiero plurianual, es que limita el tiempo de disputa entre Estados y entre entidades de la Unión Europea para establecer el presupuesto. Digamos, los grandes números de los presupuestos de la Unión Europea se establecen cada seis años solo, no cada año. Hay algunas reglas complementarias, originales también al presupuesto de la Unión Europea. Hemos señalado aquella en virtud de la cual el presupuesto no puede superar el 1,24 por ciento del Producto Interior Bruto, es decir, que limita el presupuesto a la baja. Una segunda regla es que cualquier Estado miembro no puede recibir de la Unión Europea más del cuatro por ciento de su Producto Interior Bruto. Es decir, imaginemos un país menos desarrollado de la Unión Europea, con zonas, regiones con problemas importantes, en cualquier caso, lo que aquel país en su conjunto pueda recibir de la Unión Europea en concepto de política regional, de política agrícola, de políticas sociales y de las demás políticas, nunca superará el cuatro por ciento del Producto Interior Bruto. ¿Por qué esta regla, siendo así que el presupuesto es en torno al uno por ciento del Producto Interior Bruto? La regla se estableció porque, precisamente, muchos de estos países, aunque recibieran muchos fondos, no tendrían la capacidad de aplicarlos de una manera correcta. Por tanto, para que se puedan aplicar de un modo correcto de evitar desvíos de los fondos, hay esta importante regla. Por otra parte, un aspecto relacionado con los presupuestos es el llamado de las balanzas fiscales, es decir, qué aporta cada estado y qué recibe. Sabemos que estará aportando en torno al uno por 100 de media. Los estados más ricos, más grandes, como Alemania, Francia e Italia, también España, aportan algo más y luego reciben de ahí. ¿En función de que reciben? Reciben en función de las necesidades establecidas en política regional y en política agrícola. Entonces, hay que balancear lo que aporta un Estado en virtud de su contribución nacional, básicamente, y lo que recibe básicamente en función de la política regional y de la política agrícola. ¿Hay países que tienen un déficit fiscal significativo? Sí, los países ricos, por ejemplo, Alemania, Francia en particular, también los países medianos nórdicos, más desarrollados, como son naturalmente Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Y hay otros países que en cambio tienen un superávit. Ha sido tradicional el superávit de los países mediterráneos y, desde el acceso muy afortunado a la Unión Europea de los países del Centro y del Este de Europa, son estos nuevos Estados miembros los que tienen un superávit fiscal superior en cuanto al presupuesto de la Unión Europea. Esto sería una síntesis del presupuesto de la Unión Europea, donde al fin se reflejan todas y cada una de las acciones y de las políticas que hace la Unión Europea y que sirven al mejor entendimiento, al progreso y al bienestar de los ciudadanos de Europa.