[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] En 1914, el que hasta ese momento había tenido la confesión del Valle de los Reyes desde 1902, es decir, el americano Theodore Davis, llegaba a la conclusión de que el Valle de los Reyes you estaba agotado. Fijaros que cuando él utiliza esta expresión, prácticamente está refiriéndose al valle como una auténtica mina de oro en la que este metal you ha sido agotado. La cuestión es que él abandona la concesión del Valle de los Reyes en 1914. Muy poco tiempo después, a principios de 1915, muere, y es en ese momento cuando Lord Carnarvon y Howard Carter consiguen cumplir su deseo de tener la concesión del Valle de los Reyes. Desgraciadamente, coincide con la época de la Primera Guerra Mundial, de modo que no será hasta 1917, 1918, hasta esa campaña en que ellos podrán trabajar en el Valle Oriental de los Reyes, es decir, el valle que contiene mayor número de tumbas. Sí que había realizado un primer trabajo en la tumba de Amenhotep III en el Valle Occidental de los Reyes. Cuando decide excavar en el Valle de los Reyes, aparentemente Carter revisa todos los diarios de excavación, quiere tener conocimiento de dónde se ha excavado, dónde se ha removido la tierra, dónde se ha depositado, para así poder especular sobre cuál es el lugar idóneo para buscar lo que para él era un sueño, que no era otro que encontrar la tumba de Tutankamón, ese rey del que you habían aparecido una serie de indicios. Acordémonos de KV 54, KV 58, el vaso de loza con el cartucho del nombre, dentro hay una inscripción de Tutankamón, cerca de la zona donde esta la tumba de Horemheb también, la estela de la restauración que había aparecido en Karnak hacia 1905, es decir, toda una serie de indicios que no solo mostraban una presencia real de Tutankamón en el Valle de los Reyes, sino también la importancia que este monarca había tenido en esa transición posterior a la aventura de Amarna por parte de Akhenaton. La cuestión es que finalmente Carter decide perfilar un área del Valle de los Reyes donde él cree que puede hallarse esa tumba. Entonces, realiza un triángulo que va entre KV 9, es decir, la tumba de Ramsés VI, KV 7, que es la tumba de Ramsés II, y KV 8, que es la tumba de Merenptah. Ese triángulo es el que debe excavarse, y es justo en la esquina inferior de este triángulo, es decir, en las inmediaciones de KV 9, la tumba de Ramsés VI, donde él empieza a excavar en esa primera campaña de 1917 a 1918. La primera campaña, y las siguientes en realidad, van a ser poco fructíferas. Es curioso que en la primera campaña Howard Carter encuentra unas cabañas de los trabajadores de Ramsés VI, y decide, sin que sepamos por qué, cambiar su zona de excavación a otro sector de ese triángulo. Sobre esas cabañas volvería más tarde. Aquí vemos en pantalla ahora una fotografía en la que, entre otros personajes egipcios y extranjeros, aparece Pierre Lacau. Y Lacau será el director del servicio de antiguedades egipcio, que durante la época en la que se realizan las campañas de Lord Carnarvon en el Valle de los Reyes, decide cambiar las normas de las excavaciones, las normas de reparto. Hasta este momento, lo usual era que el excavador se llevara el 50% de los hallazgos realizados. Pero, a partir de ahora, Pierre Lacau desea que el servicio de antiguedades tenga más protagonismo, que Egipto tenga más protagonismo, de modo que se decide que, por ejemplo, las tumbas intactas, el contenido de las tumbas reales intactas, quede íntegramente en Egipto, si es que se da el afortunado hallazgo de algo similar. Pero igualmente empieza a considerarse que será el propio director del servicio de antiguedades decida qué objetos se puede llevar a su país de origen el excavador. De modo que estas condiciones muy distintas a las que existían en ese momento, de algún modo podían afectar el interés de Lord Carnarvon, teniendo en cuenta que el gasto de las excavaciones en el Valle de los Reyes con cientos de hombres a su disposición, era realmente alto. Aquí vemos una fotografía de 1920, en la que aparece KV 5, es decir, la tumba de los hijos de Ramsés II, KV 6, que es la tumba de Ramsés IX, KV 55, que es espacio en el que fueron hallados objetos vinculados a la época de Amarna, entre ellos pues la famosa momia incluida en un ataúd, del que se eliminaron los cartuchos del difunto allí enterrado. Pero en todo caso, una tumba KV 55, en la que encontramos enterramientos secundarios o un enterramiento secundario y materiales diversos de la reina Tiye, etcétera, que sin duda, fueron llevados a este lugar durante el propio reinado de Tutankamón. Es decir, que hasta la KV 55 podría ser una pista más sobre la actividad de Tutankamón en la zona. La cuestión es que Carter desde 1917 está excavando en este triángulo, desplaza toneladas de roca, de material, pero con resultados infructuosos. Hala algunos ostraca, halla por ejemplo también en la campaña de 1920 una serie de grandes vasijas con los nombres de Merenptah y del rey Ramsés II, pero claro, son resultados muy pobres para los años que llevan excavando, y para el tremendo gasto que suponía esa excavación para Lord Carnarvon. Es en esta época, hacia 1921, cuando Herbert Winlock comunica la importancia que podía tener KV 54, esa fosa que había sido descubierta muchos años antes por una de las campañas de Theodore Davis, y que en aquella época no se le había dado importancia, y de hecho Theodore Davis había regalado, si os acordáis, todo el material hallado en esa fosa a Herbert Winlock para el Museo Metropolitano de Nueva York. Entonces, es ahora cuando Herbert Winlock analiza esos objetos y se da cuenta de que todo este material sin duda tiene que ver con el banquete funerario realizado en el momento del enterramiento de Tutankamón, es decir, la tumba de Tutankamón existía en el Valle de los Reyes y había qué buscarla o identificarla. Herbert Winlock, en el estudio que hace de las piezas de la KV 54, llega incluso a la conclusión de que en este banquete funerario habían, bueno, pues participado unas ocho personas, bien fueran sacerdotes, bien fueran funcionarios de la necrópolis, incluso comentó qué es lo que se había dispuesto para ese banquete funerario, aves, cordero, vino, cerveza, en fin, lo usual en este tipo de actos. Pero lo importante es que KV 54 ahora recibía un reconocimiento como espacio vinculado al enterramiento de Tutankamón, así que esto podía avivar el interés por una tumba que no había sido hallada, y que tras cinco campañas de excavación, empezaba a dudarse de su existencia. 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