[MUSIC] Después de haber estado en el Valle Occidental de los Reyes, retornamos con Horemheb al Valle Oriental de los Reyes. Recordemos que en el Valle Occidental hemos encontrado las tumbas de Amenhetep III y también la tumba de Ay, a parte de la WV 25, que quedó inacabada. Pero Horemheb decide volver al valle principal, donde va a excavar una tumba en ese ramal del wadi que tiene en su extremo la tumba de Amenhetep II, la KV 35. Fijémonos en esta imagen general de esa parte de El Valle de los Reyes donde podemos apreciar la posición de KV 35 al fondo de una pequeña vertiente que se dirige al wadi principal y, a continuación, KV 57, marcada de color azul, junto a la KV 58, de la que you hicimos algún comentario en un vÃdeo anterior. Pues bien, vamos a introducirnos en KV 57, esta tumba fue descubierta en 1908 Por el arqueólogo Edward Ayrton, que trabajaba para Theodore Davis. En esta tumba encontramos una gran cantidad de escombros, fijaros en la fotografÃa de la derecha. Si veis la publicación de Theodore Davis, aquel libro dedicado a la tumba de Horemheb y la supuesta tumba de Tutankamon, veréis una gran cantidad de fotografÃas similares a ésta, donde se evidencia cómo con el paso de los siglos esas grandes riadas, que llevaban gran aporte de detritos y sedimentos fueron rellenando poco a poco el interior de la tumba. Una vez ésta se vio desprovista con el desmantelamiento, con el saqueo de toda la serie de puertas y cierres que sellaban el paso. Ese es el plano general de la tumba, si os fijáis aparentemente es una tumba de un único eje, es una tumba rectilÃnea. En ese sentido, nos podrÃa recordar al presidente inmediato, que es la tumba de Ay y la WV 23. Sin embargo, podemos apreciar también algunas diferencias. Fijaros que desde la sala del pozo a la sala F hay un acceso en la parte izquierda de la sala del pozo, es decir, siguiendo la antigua costumbre de la que encontramos precisamente una excepción con Ay. Y es a partir de la sala F donde encontramos una continuidad de ese eje rectilÃneo, pero claro ahora estableciendo un eje paralelo al anterior. Esa es la salvedad que se produce en esta transición que nos va a llevar you en la época ramésida a tumbas con realmente un único eje. El punto de transición se produce en la sala F, este es el lugar que sirve para definir como you vimos en otro video las dos partes esenciales de la tumba. Vamos a ver algunos detalles, por ejemplo, la sala del pozo vuelve a recuperarse. Realmente la sala E es un pozo, al contrario que sucedÃa en la tumba de Ay donde se improvisa al modo de antecámara. Y por lo tanto, como sala del pozo, en este espacio vamos a encontrar representaciones de el faraón siendo recibido por divinidades, igual que vimos en otras tumbas del Valle de los Reyes. Recordemos el caso, por ejemplo, de Tutmosis IV. Entre el pozo y la sala F, originalmente habÃa una puerta de cierre, habÃa una pared. Una pared que cerraba el paso, una pared que habÃa sido decorada y que de algún modo camuflaba en el acceso entre el pozo y la sala F. you en la sala F vemos que va adoptando poco a poco una forma cuadrangular, esto la va diferenciando de modelos anteriores. La escalera que parte de esa sala F hacia abajo, hacia la cámara sepulcral, probablemente en origen también estaba camuflada por un falso suelo. Y según vamos hacia la parte inferior de la tumba llegamos a la sala I que hace a las veces de antecámara. Esta sala también está decorada con divinidades que reciben al faraón, y es una sala que estuvo cerrada en sus dos lados por puertas de un único batiente, es decir, habÃa una puerta de madera entre el espacio H y la sala I, e igualmente otra puerta entre la sala I y la cámara sepulcral o sala J. Como gran novedad vemos cómo se abandona el libro del Imiduat que durante, de todos los ejemplos de la dinastÃa XVIII hemos visto asociado a las tumbas de los reyes, y ahora en su lugar va ha aparecer el libro de las puertas. La longitud de esta tumba casi llega a los 128 metros de longitud, y como datos de interés vamos a centrarnos en lo que es la altura y la anchura del corredor. La anchura del corredor ronda los 2,60 metros, y la altura también está en torno a esa cifra. Vemos cómo se cumple esa máxima de que según vamos avanzando en el tiempo, tanto la anchura como la altura del corredor es creciente. Esto es un elemento, acordaros, un elemento de datación. Nos vamos a introducir ahora en la sala del pozo. Cuando Alton descubre esta tumba la sala del pozo estaba prácticamente rellena de escombros. Estos se vaciaron en fechas recientes, aportando un resultado histórico muy interesante que enseguida comentaré. Fijémonos como la sala del pozo está decorada, tiene un techo con decoración de estrellas, como you vimos en ejemplos anteriores, un friso jeker que rodea toda la sala, y por supuesto, esa serie de representaciones del faraón siendo recibido por divinidades. Fijaros cómo las figuras del faraón se dirigen hacia el fondo porque este es el sentido de introducción hacia el interior de la tumba. Si nos fijamos ahora en esta pared daros cuenta del detalle del fondo de la tumba, el color de fondo es gris azulado, esto es tÃpico, es propio de la tumba de Horemheb, y de algún modo también trasciende a la tumba de Ramsés I, es muy significativo de esta época. Vemos cómo el rey va realizando ofrendas, es recibido por diversas divinidades. A la derecha Jator, a continuación Osiris, después en la parte izquierda en uno de los accesos del pozo Vemos ese conjunto formado por Osiris, Anubis y Horus. Y como detalle de interés os comentaba anteriormente cuando se descubre la tumba, Ayrton que trabajaba para Davis, comprobar como el pozo estaba, bueno pues, bastante lleno de escombros. Obviamente, ese pozo se escava en busca de alguna cámara lateral en su parte inferior o cualquier resto de interés, pero según siguen escavando la tumba Ayrton y compañÃa, deciden tirar en el pozo los escombros que siguen localizando en el interior de la tumba. Claro, esto es bastante interesante porque quiere decir que muchas piezas del interior de la tumba van a acabar finalmente a causa de estos arqueólogos echadas en el pozo. Eran piezas que para ellos no tenÃan ningún interés pero que hacia el año 2006 cuando se escavó este pozo nuevamente por parte de Martin y pudieron comprobar cómo entre los escombros habÃa numerosos óstraca, y en concreto muchas piezas con inscripciones hieráticas, piezas cerámicas que correspondÃan a ánforas de vino, y aquà reside el interés. Las fechas más altas que se han encontrado en esas inscripciones hieráticas vinculadas a las ánforas de vino son del año 14, lo cual nos lleva a pensar que realmente ese año 14 o comienzos del año 15 de Horemheb fue su último año de reinado. Claro, esto es una gran diferencia respecto a los 30 años de reinado con los que generalmente se atribuÃa la cronologÃa, el reinado de Horemheb. Actualmente sin embargo como digo, se cree que ese reinado debe reducirse a unos 14 ó 15 años de longitud, precisamente gracias a este descubrimiento asociado con otras cerámicas de fechas similares halladas en Deir el-Medina, etc. La antecámara es otra parte de la tumba donde volvemos a hallar esa decoración del rey siendo recibido por divinidades. Volvemos a ver una fotografÃa antigua, una fotografÃa de 1908, donde se comprueba la enorme cantidad de escombros que existÃa aún en la época y que llegaban hasta, prácticamente hasta el final de la tumba. Por supuesto, lo que estamos viendo aquà es una imagen que nos lleva al acceso a esa antecámara. Vemos en realidad cómo los escombros caen por el corredor que nos lleva a la antecámara, y por supuesto también un indicativo de la orientación de la cámara vuelve a ser el propio faraón. Fijaros que el faraón mira hacia la izquierda, no sólo la imagen que tenemos enfrente, sino las dos imágenes que tenemos justo a la izquierda del monarca. Si mira hacia la izquierda quiere decir que en esa dirección él se dirige hacia el fondo de la tumba. Justo la fotografÃa que veis ahora nos lleva a ver en qué condiciones se halla actualmente la antecámara. La imágen que veÃamos anteriormente corresponde al lado izquierdo de esta imagen, a la pared este. Entonces, vemos cómo la antecámara tiene esa decoración, por desgracia el techo cayó en su práctica totalidad. Si veis fotografÃas antiguas de cuando Ayrton se introduce en esta parte de la tumba, se observan perfectamente una enorme cantidad de lascas de ese techo que, bueno, ha colapsado y ha caido hacia el suelo de la tumba. Vemos cómo continúa aquà ese fondo azul grisáceo tÃpico de la tumba de Horemheb, en la pared este vemos a la izquierda al dios Osiris que recibe una ofrenda de por parte de Horemheb. A continuación vemos a la diosa Hathor, también recibiendo a Horemheb, y a continuación podemos ver la figura de Horus recibiendo nuevamente al monarca. En esta otra imagen correspondiente a la pared oeste, es Isis quien recibe al faraón. Y you en la cámara sepulcral podemos apreciar cómo la decoración quedó totalmente inconclusa, de hecho, el techo no ofrece ninguna decoración. Las paredes prácticamente son un boceto, falta realizar el relieve y la policromÃa, eso sÃ, el sarcófago aparece como recuerdo del abundante ajuar que pudo tener esta tumba. Y también lo que vemos en esa cámara sepulcral es una serie de inscripciones que nos están ofreciendo indicaciones sobre los puntos cardinales, es decir, nos indican el valor del oeste, del norte, etc. Esto es importante porque de algún modo estas indicaciones servÃan de referencia a los pintores que estaban decorando el interior de la tumba. Fijaros que también esta tumba es un ejemplo paradigmático de cómo se realizaba la decoración. Volvemos a ver aquà una serie de columnas jeroglÃficas con trazado en rojo, con trazado en negro, es decir, vemos el dibujo original del artista. A continuación vemos las correcciones que se realizan a ese dibujo, en otras partes, por ejemplo, you vemos cómo comienza el relieve a partir del boceto original, cómo se va rebajando la superficie para hacer sobresalir los jeroglÃficos de ese texto. Y después también por ejemplo podemos ver otras partes donde ese detalle se sigue viendo de manera muy bonita, por ejemplo, aquà el dios solar nocturno que empieza a ser trabajado para que sobresalga en relieve. Mientras que alrededor volvemos a ver el boceto, o varios bocetos originales en tinta roja, y finalmente en tinta negra, el diseño que se considera óptimo para empezar a rebajar y hacer el relieve. Como véis, esto es una pequeña escena perteneciente al libro de las Puertas, que es el compendio religioso que caracteriza la cámara sepulcral de Horemheb y que a partir de este momento vamos a empezar a ver junto al Imiduat en el Valle de los Reyes. Este es el sarcófago de Horemheb, no llega a los tres metros de longitud, tampoco llega al metro y medio de altura, pero es un sarcófago de granito con acabado como podéis ver en la fotografÃa de la derecha Muy preciso. Tener en cuenta que en la tumba de Horemheb, a pesar de haber sido saqueada fueron hallados, bueno, muchos elementos sobretodo de madera del ajuar del faraón. Recordemos también esa hipóteis que indica que quizás la KV 57, la tumba de Horemheb, pudo haber servido como escondite de momias reales después del desmantelamiento de tumbas que se hizo durante la dinastÃa XXI, y que tal vez en esta tumba acabaron momias de reyes como el propio Horemheb, como Ay y posiblemente otros. Cuando se descubre la tumba lo que se encuentra es una enorme cantidad de escombros, una tumba saqueada, y miembros desmembrados de varias momias que como digo, quizás pudiesen corresponder a estos faraones perdidos.