[MUSIC] Hola a todos. Vamos a seguir hablando en este caso de las tumbas de Tutmosis III y su hijo y sucesor, Amenhetep II. Hasta ahora hemos estado discutiendo sobre la posición e identificación de las tumbas de algunos monarcas de principios de la dinastÃa XVIII y hemos visto cómo realmente sobre todos ellos siguen habiendo ciertas dudas de identificación. Sin embargo, a partir de ahora vamos a ver un panorama completamente distinto, las tumbas están perfectamente decoradas en su cámara sepulcral y otros espacios, y los propietarios de las mismas quedan también en ese sentido perfectamente identificados. Comenzaremos con la KV 34, que es la tumba de Tutmosis III. Como veis, la KV 34 se sitúa en la parte alta de un acantilado, si en la parte inferior hallábamos antes la KV 42, esa tumba de Hatsepshut-Merytra, ahora, en la parte superior de ese acantilado, en un pequeño hueco, se improvisó la entrada de la tumba de Tutmosis III. La tumba de Tutmosis III ofrece un acceso realmente pequeño y con gran pendiente. Recordemos cómo KV 34, por encima de esta pared que veis en pantalla, tenÃa toda una serie de muretes que servÃan de algún modo para proteger a la tumba contra las riadas que, muy de vez en cuando, tienen lugar en el Valle de los Reyes. La tumba en sà misma es interesante, presenta una planta acodada, es decir, con un giro de 90 grados. Fijaros también cómo la disposición de las distintas partes de la tumba corresponde muy aproximadamente al esquema que you ofrecimos para distinguir lo que es las caracterÃsticas de una tumba real del Valle de los Reyes. En el caso de la tumba de Tutmosis III, se ha podido observar cómo, por ejemplo, la jamba derecha de la puerta C, o el acceso C, es decir, el acceso que hay entre el corredor B y la sala C, fue eliminada por los propios egipcios, de manera que con ese espacio se pudiera introducir dentro de la tumba algún objeto de gran tamaño. Lo mismo sucedió con la escalera que comunica el corredor B con el corredor D. Esa escalera sufrió daños de la misma manera que el dintel que da al corredor D, el acceso al corredor D, en este caso el dintel también fue eliminado. Es evidente por lo tanto que a esta tumba entró algún objeto de gran tamaño, que no se realizó teniendo en cuenta las dimensiones que se le habÃa dado a la tumba. Después también, por ejemplo, se ha podido comprobar que el final de corredor D, es decir, el paso a la sala del pozo o sala E, estuvo originalmente cerrado mediante una puerta de madera. Tengamos en cuenta que puertas de este tipo no se van a ver en el Valle de los Reyes por lo menos hasta principios de la dinastÃa XIX, con Ramsés II. Otra puerta de estas caracterÃsticas se halla justo en el acceso a la cámara sepulcral. Tengamos también en cuenta que en ese acceso a la cámara sepulcral, la escalera que va desde la sala F hasta la sala J, o cámara sepulcral, fue en su mitad inferior prácticamente alisada, de modo que esos escalones de la mitad inferior después se tuvieron que reconstruir. Es decir, evidentemente un objeto de gran tamaño, pensemos en el sarcófago o cualquier otra pieza voluminosa, tuvo que abrirse paso por una tumba que you habÃa sido excavada. Fijémonos ahora en otro dato de interés. La tumba de Tutmosis III es la primera tumba real en disponer de un pozo en la sala E. Si nos fijamos, ni KV 38 tiene pozo ni KV 20 tiene pozo. Tampoco KV 42, aunque esta no se diseñó aparentemente para un rey, sino para Hatshepsut-Merytra. También otro dato de interés es la altura media del corredor, estamos hablando de 1,96 metros, mientras que la anchura supera los 2 metros. Es decir, estamos you en ese paulatino crecimiento de la tumba del que you comentamos caracterÃsticas generales en otro vÃdeo. En la cámara sepulcral hallamos como decoración el Libro del Imiduat y la LetanÃa de Ra en los pilares. Mientras que en la sala F lo que domina es una decoración también con cielo estrellado, igual que en la cámara sepulcral, con un friso kheker, pero con un listado de más de 740 dioses del Imiduat. Es justo lo que tenemos en esta fotografÃa. Fijaros que aquà el cielo está estrellado, tenemos un friso kheker, esa enorme lista de dioses del Imiduat, pero dos pilares que están sin decorar. Aunque, si os fijaÃs, veréis cómo sà que están cuadriculados, es decir, preparados con esa plantilla para después poder plasmar aquà alguna decoración. Este es un detalle de esa lista de dioses del Imiduat. Y aquÃ, por ejemplo, una ampliación para que veáis mejor cómo es el friso kheker de esta tumba. Y you en la cámara sepulcral de Tutmosis III tenemos otro techo completamente estrellado, el Libro del Imiduat, que rodea toda la cámara sepulcral. Fijaros en ese detalle de la quinta hora del Libro del Imiduat, con ese emplazamiento en el que se sitúa el dios Socar. Y aquÃ, por ejemplo, una imagen de la decimosegunda hora del Imiduat, que es una hora importante, porque es la que lleva a la comitiva de dios solar nocturno hacia el este, hacia donde ese dios se transforma en Jeper, que es el dios solar del este. Como detalle, fijaros que en el esquema que presento en la parte superior derecha el Libro del Imiduat, aunque se divide en 12 horas, no es plasmado con 12 horas seguidas alrededor de toda la cámara sepulcral. Sino que, según uno entra en esta cámara sepulcral, encontrarÃa, a mano izquierda, la séptima, octava, novena, décima, la hora número 11, la 12 y después la quinta, sexta hora, primera, segunda, tercera y cuarta. Aquà veis, por ejemplo, un detalle de ese Libro del Imiduat. En realidad es caracterÃstico de esta época de la dinastÃa XVIII que estas representaciones se hagan de un modo cursivo, un modo un tanto fácil en su trazado. Sà que es cierto que en la tumba de Tutmosis III esta decoración la vemos plasmada directamente sobre la pared. Pero tanto en KV 38 como en KV 20 los pocos restos que se han detectado del Imiduat se plasmaron en bloques de caliza que se pegaban en la pared, planchas de calizas que se pegaban en la pared. Y es posible que esto también se hiciera en la tumba de la reina Hatshepsut, en el wadi [FOREIGN], porque allà también se encontraron bloques planos de caliza, si bien anepÃgrafos. En la cámara sepulcral de Tutmosis III, en los pilares encontramos la LetanÃa de Ra, es decir, una exposición de las 76 formas del dios Ra. Esta composición religiosa la vamos a ver más tarde, en época ramésida, en las partes iniciales de la tumba y no como aquÃ, que fue plasmada precisamente en lo más profundo de la tumba, en la cámara sepulcral. Un detalle muy bonito que vemos en uno de estos pilares es el siguiente. Aparecen varias figuras, fijaros que las identificamos como Tutmosis, como su esposa Hatsepshut-Merytra, su esposa Satiah. Otra esposa que tuvo llamada Nebtu, una hija real llamada Nefertary y un detalle muy bonito de ese árbol del que vemos perfectamente un pecho, un brazo. Y en realidad, según la inscripción que encontramos a lado, debajo del cartucho de Tutmosis III, se dice que es su madre Isis que le amamanta. La momia de Tutmosis III fue hallada en el escondite de Deir el-Bahari, en la tumba 320. También se tiene, por ejemplo, de Tutmosis III un sudario con inscripciones del Libro de los Muertos, que originalmente envolvÃa la momia de este famoso monarca. La tumba que se realiza tras la de Tutmosis III, tumba real en el Valle de los Reyes, es la KV 35, esta es la tumba de Amenhetep II. Como veis, la KV 35 Se hace en la parte derecha del wadi, no en la parte izquierda, en un tributario de la parte izquierda, donde se sitúa la de Tutmosis III. En realidad, está siguiendo el camino que pasa por delante de la tumba KV 9, es decir, la tumba de Ramsés VI, giramos hacia la derecha en dirección al final de ese tributario y encontramos KV 35. La KV 35 fue descubierta el 9 de marzo de 1898 por Victor Loret. Como veis, está justo en la base del acantilado y también posee una entrada de reducidas dimensiones. Aparentemente es muy similar la de Tutmosis III, pero vamos a ver unas diferencias claras. Lo que es el esquema general es similar, pero hay diferencias. En este caso, la altura del corredor you está entre 1,99 y 2,30 metros, mientras que la anchura es reducida, estarÃamos hablando de, en todo caso, menos de 2 metros. Comparemos KV 34 con KV 35, es decir, las tumbas de Tutmosis III con la de Amenhetep II. Como decÃa, la distribución de espacios es relativamente similar, en ambos casos tenemos la sala E con su pozo, tenemos la sala F con dos pilares, y desde aquà se parte haciendo un giro de 90 grados aproximadamente hacia la cámara sepulcral. Esto serÃa la sala F de KV 35, está sin decorar, pero muy similar, como digo, en planta y distribución a la de KV 34. En la cámara sepulcral de Amenhetep II volvemos a encontrar el Libro del Imiduat. Aquà tenéis un ejemplo de la primera hora de esa composición religiosa y fijaros que el tipo de trazado es muy similar también al de Tutmosis III, es decir, una inscripción y una iconografÃa más bien de Ãndole cursiva. La cámara sepulcral de Amenhetep II sin duda es espectacular, you abandona la forma ovalada, pero adquiere una forma rectangular, de mayores dimensiones y a dos niveles. El techo está decorado con estrellas, se conserva bastante bien, y en los pilares vemos el recibimiento por parte de algunos dioses a Amenhetep II, en este caso, vemos en primer término a Hathor recibiendo a Amenhetep II. Y aquÃ, por ejemplo, a la izquierda, vemos a Inpu, es decir, a Anubis, recibiendo a Amenhetep II. Pero, si os fijáis, la cámara sepulcral está distribuida a dos niveles, la zona donde se hallan los seis pilares, tres a cada lado, es una zona situada a un nivel superior. De modo que para acceder al lugar donde está el sarcófago hay que bajar unas escaleras y encontrarlo. Es justo la diferencia que, junto a la forma rectangular en lugar de ovalada, podemos percibir respecto a la KV 34, la tumba de Tutmosis III. En esta tumba, KV 35, también se hallaron los huecos de los ladrillos mágicos. Esto es una caracterÃstica que vamos a ver en muchas tumbas reales. La momia de Amenhetep II es una de las dos momias reales que fueron halladas en tiempos modernos en sus propias tumbas. Tenemos el ejemplo de Tutankamon y también tenemos este ejemplo de Amenhetep II, que fue hallado dentro de su propio sarcófago, al que se le habÃa quitado la tapa, pero en cuyo interior estaba ese ataúd que veis a la izquierda con la momia en su interior.