[MUSIC] Hola a todos, vamos a continuar con un nuevo vÃdeo, que en esta ocasión nos va a conducir a las tumbas de Tutmosis IV, en primer lugar, y posteriormente a la de Amenhotep III. Vamos a visitar de este modo el Valle Oriental de los Reyes, en primer término, y finalmente el Valle Occidental de los Reyes. Comenzaremos por la KV 43, que es la tumba de Tutmosis IV. Fijaros cómo en el mapa esta tumba aparece en la parte más profunda de uno de los tributarios que conduce al wadi principal del wadi oriental de los reyes. En realidad, esta tumba se halla, como en otros ejemplos anteriores, en la parte inferior de un acantilado y, por lo tanto, podÃa ser objeto de inundaciones. Está en una zona donde, desde arriba, con facilidad le podÃa caer el agua de las riadas que se producen durante esas tormentas tan extrañas, pero muy fuertes, en el Valle de los Reyes. De modo que esas mismas tormentas contribuÃan, como decÃa en algún otro vÃdeo, mediante el arrastre de los depósitos, piedras, etc., a tapar y proteger esa tumba. Bien, pues KV 43 tiene también una historia interesante. Fue descubierta el 18 de enero de 1903 por Howard Carter cuando era inspector del Alto Egipto y, entonces, se involucró en la excavación financiada por Theodore Davis. Es una tumba que, aunque you habÃa sido saqueada y totalmente desmantelada, lo cierto es que aportó aun muchÃsimo material funerario. No hay más que ver, por ejemplo, esta fotografÃa de 1903, en la que se ve un sinnúmero de porteadores que llevan cajas evidentemente con piezas sacadas de esta tumba. La tumba que veis al fondo a la izquierda es la de Ramsés VI, la KV 9, que más o menos os puede servir de referencia. Aquà tenéis dos imágenes representativas de algunos de los objetos que se pudieron extraer de la KV 43, un gran número de objetos de fayenza, muchos de ellos por desgracia fragmentados. Pero, claro, es un material que a los ladrones les importaba poco, pero también piezas importantes del ajuar funerario de Tutmosis IV. Como por ejemplo planchas de madera que formaron parte del armazón de alguno de los carros de este faraón. Veamos ahora cómo es la tumba, esta tumba tiene más de 1,000 metros cúbicos de volumen, por lo tanto, es también una tumba de gran tamaño, tiene unos corredores que superan los 2 metros de altura. Vamos viendo cómo estamos en torno a los 2.10, 2.20, y una anchura que prácticamente es de 2 metros. El ordenamiento de los diversos corredores y salas es similar al que vimos, por ejemplo, en KV 35. Eso sÃ, aquà tenemos un doble codo. Y, en cuanto a la decoración, fijémonos que se centra únicamente en la sala del pozo y en la sala I o antecámara. Es decir, dos salas, pero no en la cámara sepulcral, donde la decoración en este caso es inexistente. Podemos ver también el detalle del pozo. Este pozo en la sala E es profundo, pero tiene una cámara lateral. Aunque muchas veces podamos haber oÃdo que el pozo pudo tener como función proteger la tumba contra las inundaciones, la verdad es que el tener pozos con cámara laterales y a veces pozos también parcialmente decorados, hace pensar más bien que el pozo tiene otra función. Y más bien se debe a una simbologÃa, quizás relacionado con el mundo de Sokar. Fijaros que el corredor escalonado y después con rampa, el G, que sale de la sala F, la sala de dos pilares, tiene en la parte inicial una inclinación de 40 a 44 grados. Hay que decir que también en esta tumba se observa cómo jambas y dinteles fueron recortados para dar cabida al sarcófago, que se introdujo en la tumba una vez esta fue totalmente terminada. Fijémonos ahora en la tumba, pero you en planta. Vemos la sala del pozo marcada en amarillo, con su cámara lateral también en amarillo. Un giro de 90 grados que se produce en la sala de pilares, a partir de aquà llegamos a la antecámara o sala I, y fijémonos en esa rayita verde que he colocado para marcar la puerta de madera, que en su origen se diseñó para cerrar el paso a la cámara sepulcral. Esto también es importante porque este detalle no se observa con anterioridad. Si bien es cierto que KV 35, por ejemplo, tiene una puerta en esa posición, no menos cierto es que esa puerta se hace en una segunda fase. Es decir, la tumba no se diseñó inicialmente para colocar la puerta de madera, aquà you sà que se observa este hecho. En la cámara sepulcral volvemos a encontrar dos niveles, igual que en la tumba de Amenhotep II. Un primer nivel con seis pilares dispuestos de manera contigua, siguiendo el eje longitudinal de esa cámara sepulcral, y finalmente, en una zona más rebajada, que yo os he señalado en un color rosado, encontramos la posición del sarcófago, que, como veis, vuelve a colocarse perpendicularmente al eje longitudinal de esta sala. Vamos a ver algunas imágenes que servirán para recrear nuestra entrada en la tumba de Tutmosis IV. Como decÃa antes, solo hay dos salas decoradas en esta tumba, en la sala E, sala del pozo, encontramos decoración en la parte superior. Podemos ver, por ejemplo, cómo el faraón Tutmosis IV mira siempre en esta pared izquierda hacia la derecha. Esto es asà porque él es el que entra simbólicamente en la tumba y diversos dioses, como Osiris, Anubis, Hathor, etc., le reciben. Siempre vamos a observar en la representación cómo este tipo de orientación se mantiene, aunque la tumba es del rey, el rey entra en la tumba y es recibido por los dioses. El techo de la sala es un techo decorado con estrellas y obviamente también aparece un friso kheker. La conexión entre la sala E y la sala I, es decir, la sala de pilares, nos sirve también para ver un detalle muy interesante. Fijaros que estoy señalando con esas flechas rojas la imagen que queda o el lateral de una puerta que queda a la derecha del dios Anubis. Si os fijáis bien, en realidad vemos cómo aquà nos falta inconografÃa. La flecha de abajo incluso nos señala la presencia de un pie que mira hacia la izquierda, es decir, aquà falta una figura. En realidad debéis pensar que este acceso entre la sala E, sala del pozo, y la siguiente, la de dos pilares, estaba cerrado por una pared que, obviamente, se decoró para dar continuidad a la iconografÃa que vemos ahora en esta sala E. Con lo cual, una vez entraron los ladrones, etc., todo esto quedó destruido y ahora es inexistente. Esta es la sala contigua a la del pozo, que nos recuerda el ejemplo que vimos en KV 35, o también el de KV 34, una sala de dos pilares, pero aquà está totalmente sin decorar, no hay ningún tipo de decoración. Pero a la izquierda de la sala vemos ese acceso que nos lleva a una parte más profunda de la tumba. En este caso, nos lleva a la antecámara, que es la segunda sala de la tumba de Tutmosis IV, que está decorada, y la decoración es similar a la del pozo, encontramos un cielo estrellado, encontramos un friso kheker. Recordemos que el jeroglÃfico kheker en sà mismo significa decoración. Y finalmente encontramos esas figuras del monarca, que es recibido por distintas divinidades. Y, una vez más, se respeta la orientación, el monarca mira hacia la derecha porque si sigue ese camino, se dirige a la cámara sepulcral, you está entrando en la tumba. Un cierre que no he comentado antes, pero que existe entre la sala I y la J, es decir, entre la antecámara y la cámara sepulcral, os lo he marcado en el plano de color rosa. Fijaros bien en la fotografÃa, se aprecian una serie de sellos. En realidad, aquà se levantó una pared de cierre con los sellos de la administración de la necrópolis. Se ve en la parte superior un chacal y, bajo el chacal, nueve prisioneros. Este mismo sello se conoce también de otras tumbas, sin ir más lejos, de la tumba de Tutankamon. A partir de esa pared encontrarÃamos la puerta de madera original, y tras superar esa puerta de madera, llegarÃamos you a la cámara sepulcral. Como dije anteriormente, la cámara sepulcral no tiene ningún tipo de decoración, podéis ver la piedra caliza y cómo en distintos puntos se observa con absoluta claridad esas lentes de sÃlex que dificultaban la excavación. Una vez superamos o una vez llegamos al nivel inferior de la cámara sepulcral, nos encontramos un precioso sarcófago, el de Tutmosis IV, Menjeperura, que tiene unos 3 metros de longitud, está inciso y presenta una decoración en amarillo, blanco y negro. Es un sarcófago realmente impresionante. La cámara sepulcral tiene cuatro cámaras laterales, donde evidentemente se dejaron materiales vinculados al ajuar funerario. Jarras de trigo, carne, ganso momificado, ushebtis, vendajes, pero también se descubrió una momia, que, cuando Carter accedió a esta tumba, la halló en posición vertical apoyada contra la pared. Esta momia es probable que sea la de un prÃncipe, un hijo real, un hijo de Tutmosis IV, pero está sin identificar. En la tumba se hallaron vasos canopos de una princesa llamada Tentamun, pero también de un prÃncipe llamado Amenemhet. De este prÃncipe, se encontró, por parte del Museo Metropolitano de Nueva York en Deir el-Bahari, su momia dentro de un ataúd. Pero, en cambio, este otro nunca llegó a salir de la tumba. De algún modo, los que participaron del desmantelamiento de la tumba fueron, sin duda, selectivos en qué momias debÃan ser extraÃdas para ser tratadas y ser enterradas en nuevos escondites. Y aquà tenemos la momia de Tutmosis IV. Esta momia fue hallada en la KV 35, es decir, la tumba de Amenhotep II, que sirvió también como escondite en la dinastÃa XXI.