[MUSIC] Pasemos ahora a la tumba de Amenhotep III. Tenemos que ir, por tanto, al Valle Occidental de los Reyes. Esta es la tumba real más antigua que se hizo en el Valle Occidental de los Reyes. Esta es la posición de la tumba. Fijaros que está realmente al pie del acantilado, sino en el talud existente entre el acantilado y el fondo del uadi. Esto también es una característica de las tumbas de la dinastía XVIII. Cerca de la tumba de Amenhotep III, la WV22, se observan toda una serie de pequeñas cabañas. Son cabañas de los trabajadores que participaron de la elaboración de esta tumba. Hay un dato interesante, fijaros en los materiales que os presento en la parte superior derecha de la imagen. Esos materiales fueron hallados en los depósitos de fundación de la tumba de Amenhotep III, sin embargo, están a nombre de Tutmosis IV. Esto quiere decir que realmente fue el padre de Amenhotep III el que comenzó con la excavación de este hipogeo real, si bien sería Amenhotep III el que lo finalizaría y el que lo decoraría. Muy cerquita de la tumba de Amenhotep III encontramos esta, bueno, pequeña tumba, en realidad es un pozo que se conoce como West Valley A, WV A, que fue excavada en 1845 por Lepsius. Y aquí él encontró, entre otras cosas, trozos de cerámicas con inscripciones hieráticas que portaban las fechas del año 32 y 37 de Amenhotep III. Este pequeño pozo, en realidad, se asocia directamente con la tumba de Amenhotep III y aquí es muy probable que fueran depositadas cerámicas y otros objetos empleados, por ejemplo, durante la ceremonia del enterramiento del faraón. Un caso similar lo encontramos con Tutankamon, donde tenemos la KV 62 como tumba, pero también la KV 54 como lugar donde se enterraron estas piezas empleadas durante el ritual de enterramiento. En esta otra pantalla podemos ver diversas fotografías del acceso a la tumba de Amenhotep III. Como decía anteriormente, se sitúa en el talud a los pies del acantilado que conduce al fondo del uadi. Y esta es la estructura de la tumba. Fijémonos cómo también es similar a la de Tutmosis IV, aunque, como podemos apreciar, la cámara sepulcral, aunque tiene un giro de 90 grados, no lo hace en el sentido en el que lo hacía la de Tutmosis IV, sino en sentido contrario. Y además esta cámara dispone de dos salas laterales especialmente grandes con un pilar central y que a su vez también tienen otra sala lateral. Estas dos salas laterales probablemente se diseñaron para dos grandes esposas reales de Amenhotep III, como fue el caso de Tiy, que fue la principal, pero también de su hija Sitamún. Fijémonos ahora en la decoración de esta tumba. Encontramos decoración no solo you en el pozo E o sala E y en la antecámara o sala I, como era el caso de la tumba de Tutmosis IV, sino también en la cámara sepulcral. En este espacio hallamos representaciones del libro del Imiduat, exactamente igual que encontramos anteriormente en KV 35, tumba de Amenhetep II, pero también en KV 34, la tumba de Tutmosis III. En cuanto a la altura y la anchura de los corredores, volvemos a tomar este dato. Fijaros que ahora la altura está entre los 2 metros 54 centímetros y los 2 metros 83 centímetros, mientras que la anchura you supera los dos metros y medio y el volumen de la tumba se acerca casi a los 1,500 metros cúbicos. Entramos ahora en la sala del pozo, en la sala E. Fijaros cómo la figura del monarca mira hacia la izquierda. Esto es así porque él se dirige hacia el fondo de la tumba en esa dirección y, una vez más, como en casos anteriores, vemos cómo es recibido por distintas divinidades. Evidentemente, también comprobamos cómo el faraón ha sufrido el expolio de su cabeza, vemos cómo aparece un recuadro perfecto, la cabeza se ha arrancado, y la tenemos, por ejemplo, en algunos casos, en el Museo de Louvre. Esto se hizo en el siglo XIX. También es un detalle interesante fijarnos en que no solo aparece el faraón con sus cartuchos, Nebmaetra, Imenhotep, Geka o Aset, sino que también vemos cómo al faraón le acompaña la figura del Kha. Claro, lo normal es que fuera el Kha del faraón en todo caso, pero la inscripción es bastante clara. Nos habla del Kha de Tutmosis IV. Acordaros que la tumba tiene depósitos de fundación de Tutmosis IV, con lo cual hay quien piensa que el que aparezca el Kha de Tutmosis IV acompañando a Amenhetep III, a su hijo, de alguna manera sería un modo de honrar al padre por parte del hijo. Estamos ahora en la sala E enfocando hacia la sala F, la sala de pilares. Entonces, fijaros una vez más cómo la decoración aparece partida. Aquí nos falta una pared, una pared que se estucó y se decoró siguiendo la decoración que había en la sala del pozo. Esta pared desapareció con los saqueos, con los robos, de modo que ahora nos encontramos con esa sección, esa manera abrupta de acabar la decoración. Y ahora fijaros también en estas dos imágenes. Desde 1989, aunque en la excavación inicial participó también Howard Carter, desde 1989 aquí ha habido una misión japonesa de la Universidad Waseda y, entre otras cosas, ha realizado un trabajo de conservación bastante bueno. Fijaros cómo a la izquierda vemos una imagen de cómo se encontraba la tumba cuando llegó la expedición japonesa y, a la derecha, una imagen del mismo sector una vez restaurada esa parte de la tumba. Los colores vivos han sido sacados a la luz e incluso se ha dejado una muestra, podéis ver en la imagen de la derecha cómo hay una parte que está sin restaurar, precisamente para eso, para que se pueda comparar lo mucho que se ha sacado de esa pared. Estamos en la sala I, que es la antecámara, mirando hacia la cámara sepulcral. De hecho al fondo, más allá de la puerta, vemos un pilar de esa cámara sepulcral. Y otra vez podemos comprobar cómo, si ampliamos esta imagen, queda muy claro que en esa pared, en ese vano que vemos ahora, había una pared que también estaba totalmente decorada. Vemos a la izquierda la imagen de la diosa Hathor, que fue eliminada, y después asoman dos cabezas, fijaros cómo la de en medio tiene una cobra en la frente. Pero, claro, son cabezas que vienen acompañadas de cartuchos reales, es decir, aquí tendríamos la imagen del faraón. Entramos you en la sala J, la cámara sepulcral, cielo estrellado, friso jeker en la parte superior, y pilares en los que se muestra al faraón siendo recibido por diversas divinidades. En este caso podemos ver, por ejemplo, a la diosa Hathor a la derecha, esto you lo hemos visto en tumbas anteriores. De igual forma que el Libro del Imitduat, fijaros que el Libro del Imitduat se expone con ese estilo cursivo, igual que se observó en la KV 35, tumba de Amenhotep II, y en la tumba de Tutmosis III. En esta tumba se hallaron también huecos para los ladrillos mágicos. También un hueco donde se colocó la caja de canopa, de canopos, aunque no queda nada de ese material. Podéis ver a la derecha lo que queda del sarcófago, en realidad una tapa fragmentada. Y aquí tenemos la momia del faraón, el faraón fue hallado en la KV 35, realmente junto a su padre, Tutmosis IV. Pero el hallazgo del faraón es interesante. Fijaros en el ataúd que aparece a la izquierda. Mientras que la bañera del ataúd donde está la momia es de Ramsés III, la tapa del ataúd es de Seti II. De algún modo podéis imaginaros el pequeño lío que armaron los operarios de la dinastía XXI cuando manejaron materiales de diversos faraones, que habían sido extraídos de sus tumbas, y también revendaron otra vez las momias de los reyes.