[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] Hola a todos. Vamos a seguir hablando en esta ocasión sobre uno de los compendios que decoran las tumbas reales a partir de la dinastía XIX. En este caso, vamos a hablar de los techos astronómicos. El primer ejemplo de techo astronómico que hallamos en una tumba real en el Valle de los Reyes es el techo astronómico de Seti I en KV17. Cómo podéis ver y cómo you comentamos en su momento, este techo astronómico se plasmó en un techo abovedado que es el de la cámara sepulcral de este monarca. Simplemente con ese recurso arquitectónico de la bóveda sin duda alguna, se intentaba reflejar de algún modo, la bóveda celeste. De modo que aquí tenemos la combinación de estos dos hechos, por una parte el techo astronómico con información de índole astronómica y por otra parte la bóveda que refleja esa forma de la bóveda celeste. Vamos a acercarnos un poco a ese techo astronómico, recordando en primer lugar que aunque es el primero del Valle de los Reyes, no es el primer ejemplo que encontramos en el antiguo Egipto. El primer ejemplo lo hallamos en la Dinastía XVII y dentro de la esfera privada. Lo encontramos en la TT353 en la tumba de Senermut, de época de la reina Hatshetsup. Pero ni siquiera este es probablemente el primer ejemplo de iconografía que refleje el techo astronómico puesto que you en la época de la Dinastía XI, en un ataúd se halló este fragmento decorativo que como podéis ver corresponde con claridad a lo que después va a ser la decoración de un techo astronómico. Por lo tanto, podemos decir que el origen del techo astronómico por lo menos está entre el primer período intermedio e imperio medio. Aunque de esa época no queda ningún otro ejemplo, ni siquiera este que he mostrado en pantalla ha sobrevivido hasta la actualidad. Por lo tanto pasamos directamente a la Dinastía XVIII con el aislado de ejemplo de Senemut y a partir de aquí you los encontramos desde Seti I en el Valle de los Reyes como parte del programa iconográfico de las tumbas de los reyes, ni siquiera en la esfera privada. La bóveda que distinguía la cámara sepulcral de Seti I como decía es un reflejo muy muy probable de la bóveda celeste. Y en este caso, los primeros indicios de un recurso arquitectónico similar, los veríamos en la Pirámide de Mencaura en la cuarta dinastía. Fijaros en la fotografía de la izquierda, esa es la cámara sepulcral de Mencaura y vemos también un techo abovedado. Recordemos que desde finales de la quinta dinastía con el faraón Unas, que es el primero que introduce los textos de las pirámides en su propia pirámide. El techo a dos aguas de la cámara sepulcral se decora con estrellas de cinco puntas. Es indudable que se produce por lo tanto una asociación entre la cámara sepulcral y el cielo estrellado. Por otra parte los textos de las pirámides nos hablan de ese deseo del Faraón difunto por ir hacia las Hegemus Sequius, el grupo de estrellas comúnmente entendidas como estrellas circumpolares. De ahí que en la Dinastía XVIII, en el Imperio Nuevo sigamos viendo cómo en las cámaras sepulcrales, se repite ese recurso de decoración con cielo estrellado. La fotografía de la izquierda nos muestra la cámara sepulcral del Faraón Amenhetep II en KV35, es decir, hay asociación entre cielo estrellado y cámara sepulcral. Ahora fijaros en la fotografía de la derecha, es la Diosa Nut, pero es la Diosa Nut tal y cómo aparece en muchísimos sarcófagos en la parte interior de la tapa del sarcófago. De modo que cuando el faraón, la momia del faraón está dentro del sarcófago a quién tiene por encima es precisamente a la Diosa Nut, que cómo sabéis es la Diosa celeste por excelencia. Por lo tanto hay una íntima relación entre la cámara sepulcral, el difunto y el mundo celeste y esta relación encuentra una nueva expresión, precisamente con el techo astronómico. Aquí podéis ver una copia del techo astronómico de Seti I en KV17, vamos a ver como se constituye las dos partes principales de ese techo. Por una parte tenemos el grupo de decanos, constelaciones meridionales, planetas, etcétera que correspondería al registro que he marcado en azul y por otra parte tenemos un grupo de figuras que se asocian a las llamadas constelaciones boreales. Fijémonos ahora en la primera de las partes que he mostrado anteriormente. Este grupo de figuras lo podemos resumir a grandes rasgos en un primer grupo de decanos, es decir, de estrellas o grupos de estrellas horarias, aquéllas estrellas que se veían a los egipcios para marcar las horas de la noche. Después encontramos un segundo grupo de decanos, encabezado por Septui, es decir el decano de las dos tortugas. Son decanos que servían para ese mismo menester en los últimos cinco días del año, los días he pagómenos. También encontramos los planetas exteriores. Todos ellos representados como unas divinidades de cabeza de halcón. Es decir ser vinculados a Orus y por supuesto los dos planetas interiores, Mercurio y Venus. Así que a grandes rasgos esto es lo que define una de esas partes del techo astronómico. Y la otra parte del techo astronómico es la que ahora marco, precisamente una vez más según el modelo de Seti I, son constelaciones vinculadas al mundo de las constelaciones boreales. Vamos a ver a grandes rasgos qué constelaciones son las mencionadas en esta parte del techo astronómico. Por un lado Meskhetiu, una constelación que aparece con forma de toro. A veces como toro ovoide o como pata de toro, en los ejemplos más antiguos del Primer período Intermedio e Imperio Medio. Y Meskhetiu es una de las constelaciones más populares del Antiguo Egipto, corresponde básicamente a las estrellas principales de nuestra Osa Mayor. Después tenemos también la constelación de Isis Djamet también conocida como reret ueret, la gran hipopótamo, la gran cerda, de los relojes ramésidas. También tenemos a Anu con forma de dios con cabeza de halcón, es un yaracocéfalo, constelaciones que conocemos bien desde el punto de vista de su mitología, gracias a textos como el libro del Día. Fijaros que en el libro del Día leemos es la pierna Meskhetiu de Seth, la que está en el cielo septentrional unida a dos norays o postes de amarre de piedra por una cadena de oro. Está confiada a Isis como hipopótamo su custodia. ¿Qué quiere decir esto? Pues quiere decir que por una parte tenemos a esa divinidad en forma de hipopótamo que en realidad no es otra que Isis, que es la que se encarga de atar a sus postes de amarre unas cadenas de oro a esa pata de toro, que no es otra que la pata de toro que la pata, la pierna del dios Seth que arrancó Orus en uno de los episodios de esa famosa contienda entre Orus y Seth. De modo que la pata de toro Meskhetiu es una pierna del dios Seth arrancada por Orus que es el que veríamos a la derecha y que en el techo astronómico aparece mencionado como Anu. Más allá de esas constelaciones encontramos otro grupo también interesante, vamos a ver simplemente dos ejemplos. Por una parte, el león este león llamado el león divino que está entre ellos, en referencia a dos cocodrilos que aparecen en la imagen. Bien ese león corresponde sin duda a nuestro león zodiacal, el Mai de los relojes ramésidas y vemos cómo por debajo del león, aparece un cocodrilo. Ese cocodrilo equivale muy probablemente a la constelación de Hidra. Los techos astronómicos se repiten durante la Dinastía XIX y XX, aunque evidentemente hay diversas variantes, hay algunos más completos, otros menos completos. Vamos a ver algún ejemplo. Aquí por ejemplo en la cámara sepulcral de Ramsés VII en la KV1 podemos ver una versión de un techo astronómico el esquema es fácilmente reconocible, aquí vemos cómo se conjugan las constelaciones boreales con el listado de constelaciones o decanos horarios. Después por ejemplo en la tumba de Ramsés IX, la KV6 vemos cómo junto a los relojes ramésidas que aparecen en los corredores, también tenemos referencias a constelaciones vinculadas a los techos astronómicos. Por ejemplo como podéis ver, aquí en esa parte central de la imagen, constelaciones boreales y en la parte superior de la imagen, el registro superior el listado de decanos u estrellas horarias. [AUDIO EN BLANCO]